Una vida entregada al prójimo: Rafael Águila Sánchez
*Melchor García*
Cuatro generaciones de la familia Águila han servido a la Cruz Roja; sin reservas, el comandante Rafael Águila Sánchez asegura que volvería entregar su vida a la institución. No hay satisfacción más grande, dice, que haber servido, quien no está hecho para servir no sirve, para nada sonríe al referir la máxima de los voluntarios.
Este jueves, el comandante, hoy delegado de la Cruz Roja en el municipio de Cuautitlán, recibió por parte de la institución la medalla de reconocimiento por 25 años de servicio, la cual refiere que dedica a su padre y abuelo, que como él sirvieron a la institución, alcanzando en la suma de los días casi un centenar de años de la familia entregada a la benemérita institución.
“Yo, el consejo que les puedo decir es que cuando porten un uniforme de la Cruz Roja lo porten con mucho orgullo y con mucho respeto salir adelante bastante.”, declaró.
Recuerda que el México de la Cruz Roja que conoció por primera vez, de la mano de su padre, ha cambiado; el día de hoy los riesgos en el servicio son diametralmente distintos, por una población que aumenta, pero que sigue siendo igual de negligente y descuidada en sus actividades diarias.
Detrás de los años de servicio y de las generaciones de jóvenes que ha visto pasar y esforzarse por ayudar aquellos que lo necesitan, aseguran que también se quedan los recuerdos malos.
“Uno, muy importante para mí, fue en un accidente de un coche de un niño que sus padres habían fallecido y el niño todavía estaba vivo y lo pudimos rescatar y llevarlo al hospital.”, compartió.
Llama a los jóvenes a sumarse a este cuerpo de voluntarios que quieren hacer un cambio, afirmando que la única satisfacción que mueve a los paramédicos es las gracias, como principal y único motivo.