Violencia animal, grave y silenciosa
*Melchor García*
Golpes, abandono, gritos y nula atención de sus necesidades básicas son las principales formas de violencia que se comenten en contra de animales; abusos de los que se asegura no existe una cifra real de cuantos se presentan, al no existir denuncia por parte de la sociedad, al cruzar este tipo de crueldad el plano de lo normal y socialmente permitido.
De acuerdo con Gabriela Lucila Estrada San Juan, presidenta de Ayuda, Rescate, y Cuidado Animal (ARCA), en el Estado de México urge una legislación que tipifique como delito el maltrato animal, toda vez que las pocas denuncias del tema son levantadas sólo por las organizaciones defensoras de los animales.
“Es muy frecuente (maltrato) porque no existe una cultura de respeto hacia los animales, muchas personas piensan que son objetos, que los animales no sienten; yo creo que, en ese tema, nos falta mucha educación.”, expresó.
Refiere como, en el trabajo de campo que realizan los activistas, es posible encontrar en la calle distintas formas de maltrato animal, desde el más frecuente como el abandono de mascotas, hasta perros amarrados y golpeados severamente por sus dueños.
“Hay conductas agresivas que no sólo van a ser contra los animales, sino que también pueden convertirse en agresiones contra las personas; es muy importante que esté tipificado para que los ciudadanos lo hagamos valer con la denuncia.”, argumenta.
En este sentido, reconoce el impacto a favor y en contra que tiene la exposición en video de este tipo de abusos, luego de que en redes sociales ha proliferado en últimas fechas la explosión de este tipo de actos; de beneficio, dice, por la parte de la denuncia, al hacer visible un problema que existe, y negativo ante el impacto en los menores, al ver este tipo de crueldad.
Llama a los padres de familia a explicar este tipo de casos a los menores para que los identifiquen como algo negativo y en un fomento innecesario de la violencia, al reconocer que las redes sociales se han convertido en un canal preponderante de comunicación en todas las edades.
